El inmortal (2021)

Sobre este, el más autobiográfico de mis poemarios, publicado por las editoriales Abisinia y Escarabajo, con el primoroso diseño de Stefhany Rojas Wagner, la poeta Andrea Cote afirma en la contraportada: “En la tradición antisolemne de Vidales y de las Gotas amargas de Silva, este libro de ‘mente cortopunzante’ será una bocanada de aire fresco para la poesía colombiana”.

 

El inmortal

Ser inmortal es baladí; (…) lo divino, lo terrible,
lo incomprensible, es saberse inmortal.
J.
L. B.

I

El genio de la botella
se me aparece
y dice:
¿qué prefieres, John Galán,
la inmortalidad o el Nobel?

Elijo el Nobel.

La inmortalidad
no paga las cuentas
de servicios.

II

Amigo editor:
seré
inmortal.

Por lo pronto,
si no como,
no sobrevivo.

III

Al paso que vamos,
mi cuarto de hora
será post mortem.

IV

Ya están tomados
tus espléndidos retratos
que no verás
en las portadas de las revistas.

No admirarás
tus vers.o.s. traducidos
al chino, árabe y portugués.

Ni leerás tus poemas
en Pregunta Yamid.

V

Entre más relegado, más importante.

Entre más importante, más mísero.

Qué alto he caído.

Lo inmortal
no quita lo patético
ni lo arribista.

VI

Para jubilarse,
al inmortal
le haría falta
una eternidad.

VII

El inmortal
madruga,
teme morir
antes de tiempo.

Madruga
a pedir peras al olmo,
a soñar despierto.

VIII

Soñé mi epitafio.
No tenía lápida
ni tumba.

Era una simple nota
pegada con cinta
y decía:

ESTOY EN LA BIBLIOTECA.

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